Cada año, la Unión Internacional de Superioras Generales organiza en Roma un Programa para la preparación de Formadoras. Durante varios años han participado Hermanas de la Santa Unión de Camerún y Tanzania. Este año participa en el programa la Hermana Fides Kimario de Dar es Salaam, Tanzania. La Comunidad de la Casa Generalicia acogió también a la Hermana Honorine Akateh, Hija de la Sagrada Familia de Bafoussam, Camerún. Hace muchos años, el obispo de la diócesis de Bafoussam invitó a las Hermanas de la Santa Unión a formar una congregación diocesana de hermanas. Este fue el comienzo de las Hijas de la Sagrada Familia. La Comunidad de la Casa Generalicia acogió con alegría a Sor Honorine.
A medida que se acercan al final del programa, ambas hermanas coinciden en que la gratitud es lo que mejor expresa su experiencia. Gratitud por el apoyo y la generosidad de la Comunidad de la Casa Generalicia. «Cuando volvemos de clase, las hermanas nos preguntan: »¿Cómo estáis? ¿Qué tal el día?". «Dejan de lado sus apretadas agendas para ocuparse de nosotras».
Gratitud por estar en Roma durante el Año Jubilar de la Iglesia, que es también el comienzo del Jubileo del Bicentenario de la Congregación de la Santa Unión. Gratitud por presenciar el paso del Papa Francisco, a quien las hermanas tuvieron la bendición de conocer poco después de su llegada. Gratitud de estar en la Plaza de San Pedro para el funeral del Papa Francisco. Gratitud por estar presentes en la elección del Papa León XIV. Estas experiencias fueron una verdadera bendición que permanecerá en sus corazones para siempre.
l Programa de Formadoras
Gratitud por la experiencia de seis meses de convivencia y aprendizaje con cuarenta y seis religiosas de veintiocho países. Todas se han nutrido profundamente de esta diversidad y de las ponencias de hermanas, sacerdotes y laicos. A través de su sabiduría y experiencia, las participantes han adquirido una gran riqueza de conocimientos.
Gratitud por la vida cotidiana enraizada en una atmósfera de silencio y oración, tanto en comunidad como en las clases. La Hermana Fides señaló que este espacio sagrado le permitía escuchar más profundamente al Espíritu, a los demás y a sí misma. El programa la ha ayudado a navegar por las complejidades de la vida basándose en la intuición, la sabiduría y los valores. Ha llegado a comprender que el discernimiento es un don que le permite distinguir la voluntad de Dios de sus propios deseos. Durante el Programa, los participantes celebraron juntos cumpleaños y fiestas con alegría y unidad.
Algunos aspectos destacados del programa:
Un retiro de ocho días en el «Centro ad Gentes» de Nemi fue una profunda experiencia de encuentro con Dios en la oración. Antes del retiro, el P. David Glenday, Misionero Comboniano, que actuó como mentor de la Hermana Fides, ofreció una sesión sobre la oración. Recordó a las hermanas que la oración da tres frutos: receptividad, atención y transformación de las relaciones. La atención a lo que el Señor está haciendo en mi vida, en la comunidad y a través de la reflexión personal forma parte de este camino de discernimiento. La oración nos llama a crecer en la conciencia de la presencia de Dios y a integrar esa conciencia en nuestra vida cotidiana.
Gratitud por las peregrinaciones al monasterio benedictino de Subiaco, Asís y Siena
Gratitud por la Jornada Intercultural con el tema: "Mujeres con un corazón global: Celebrar nuestra diversidad en la esperanza", una experiencia realmente maravillosa para todos.
He aquí algunas fotos de la Jornada Intercultural.